Algo similar le ocurría a varios de los miembros de su plantilla como Bill Lambeer o Dennis Rodman, lo que convirtió a estos Pistons en protagonistas de peleas y trifulcas en casi todas las canchas de Estados Unidos y les valió para que se ganaran el sobrenombre de los Bad Boys. Los de Chuck Daly, con estilo muy físico y una defensa muy agresiva, encontraron su merecida recompensa en 1989 y 1990 tras varios años cayendo en las eliminatorias ante Celtics y Lakers.