Seguidamente entra en juego el tapón de corcho, es el material principal para el cierre de botellas de calidad. Cuenta con bolsillos en los laterales con revestimiento térmico y otro adicional en el pecho, todos con cierre de cremallera. En un entorno carente de humedad y de almacenaje horizontal es fácil que el vino acabe impregnando el corcho, lo reblandezca y, por tanto, provoque que este se rompa al sacarlo.